postres de tacna
1.-Alfajores Sameños:
Son, quizás, el dulce más emblemático de Tacna. Originarios
del Valle de Sama, estos alfajores se caracterizan por su delicada masa y un
generoso relleno de manjar blanco artesanal (dulce de leche).
A menudo, se les añade un toque especial con miel de caña
(también conocida como chancaca), que les da un brillo y un sabor distintivo.
Son un recuerdo infaltable para los visitantes.
Se pueden encontrar en diversas tiendas y mercados de la
ciudad, especialmente en puestos que venden productos artesanales de Sama.
2.-Pastel de Choclo (Dulce):
Aunque el pastel de choclo también puede ser salado (como
acompañamiento de un plato principal), en Tacna es muy apreciada su versión
dulce, especialmente la que se prepara en el distrito de Pachía.
Se elabora a base de choclo tierno (maíz fresco) molido, al
que se le añade azúcar, anís, canela, manteca y, a veces, pasas o maní tostado.
Se hornea hasta obtener una textura suave y ligeramente húmeda.
Es un postre reconfortante, con un sabor que evoca la
tradición y el campo.
3.-Melcocha:
La melcocha es un dulce artesanal de consistencia pegajosa y
masticable, similar a un caramelo blando. Se prepara a base de la cocción de la
miel de caña o azúcar, a la que se le puede añadir un toque de limón o anís.
En Tacna, la tradición de la melcocha es muy antigua, y
algunas familias, como la familia Hidalgo, la han producido desde hace más de
un siglo, pasando la receta de generación en generación.
Es un dulce sencillo pero con mucho sabor, que forma parte
de la identidad gastronómica de la región.
4.-Mazamorra de Tumbo:
El tumbo es una fruta exótica de la región andina, similar a
la granadilla o maracuyá. En Tacna, se utiliza para preparar una refrescante
mazamorra.
Este postre tiene un sabor agridulce y una textura suave,
ideal para después de un almuerzo contundente.
5.-Macerados de Frutas:
Aunque no son postres en sí mismos, los macerados de frutas
son licores artesanales muy populares en Tacna, que a menudo se sirven como
digestivos o aperitivos dulces.
Los más conocidos son los macerados de damasco (albaricoque) y frutilla (fresa), aunque también se maceran otras frutas como el tumbo. Tienen un sabor dulce y afrutado, perfectos para cerrar una comida.
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